Las aplicaciones en un dispositivo Android pueden dividirse en tres categorías:
- Aplicaciones de uso frecuente, a menudo decenas de veces al día
- Aplicaciones utilizadas de 3 a 6 veces por semana
- Aplicaciones utilizadas con poca frecuencia
Para las aplicaciones de las categorías 2 y 3, suele ser una buena práctica moverlas a una tarjeta microSD externa cuando sea posible (si no tienen widgets que quieras usar). Esto liberará la memoria limitada del propio dispositivo Android.
¿Pero qué pasa con las aplicaciones de la categoría 1? Las aplicaciones de esa categoría se leen docenas, si no cientos, o incluso miles de veces al día. ¿Es una buena práctica moverlas a una tarjeta microSD externa (si no tienen widgets que quieras usar)?
He aquí algunos puntos a tener en cuenta:
- A pesar de lo que dicen las especificaciones, ¿qué permite un acceso más rápido: el almacenamiento interno del dispositivo o una tarjeta microSD moderna (Clase 10, UHS 1)?
- ¿Copiar aplicaciones de categoría 1 en una tarjeta microSD hará que ésta se desgaste más rápido, con lo que se reducirá su vida útil?
- Hoy en día, parece probable que un usuario quiera que su tarjeta microSD sobreviva a muchas generaciones de dispositivos Android. En otras palabras, aunque mucha gente reemplaza los dispositivos Android cada 3 - 24 meses, la mayoría de la gente no reemplaza las tarjetas microSD con tal frecuencia.
- Debido a su capacidad, las tarjetas microSD suelen albergar decenas de miles de fotografías y vídeos importantes. Sí, las copias de seguridad son esenciales, pero a veces las tarjetas microSD pueden fallar entre los ciclos de copia de seguridad. SI trasladar aplicaciones de categoría 1 a la tarjeta microSD del dispositivo podría tener un impacto notable en la vida útil de la tarjeta, es posible que no sea una buena idea.
¿Cuál es la verdad? ¿Es una buena práctica mover las aplicaciones de la categoría 1 a una tarjeta microSD externa (suponiendo que no haya widgets), o es mejor dejarlas directamente en el dispositivo Android?