Google tiene una gran base de datos de (hashes de) SSIDs de redes Wi-Fi. Cuando se activa el Wi-Fi en el teléfono, éste busca las redes Wi-Fi y envía la lista a Google (en forma de hash). En las ciudades, las redes son abundantes y las redes Wi-Fi son de corto alcance, por lo que la combinación de redes que puede "ver" da una idea muy precisa de dónde estás.
Algo similar ocurre con las identificaciones de las células de la red celular, pero éstas están más espaciadas. El teléfono no puede realizar la triangulación porque sólo dispone de la intensidad de la señal recibida para cada célula que puede "ver": no conoce el ángulo de llegada de la señal, la intensidad de transmisión de la célula o lo que puede estar ocultando la señal. Sin embargo, puede utilizar la combinación de las células que puede "ver" para estimar la posición, con un poco más de precisión que la distancia entre células.
Aunque estés conectado a una red EDGE, si el Wi-Fi está activado, se seguirá utilizando la técnica de escaneo del Wi-Fi, por lo que la estimación de la ubicación será más precisa.
Ambas técnicas son mucho menos precisas que el GPS, que calcula una posición basándose en las diferencias de tiempo entre las señales procedentes de distintos satélites. Cuando el dispositivo puede "ver" suficientes satélites, la precisión se ve limitada sobre todo por las interferencias deliberadas añadidas por el gobierno de EE.UU. (que opera el sistema) para hacerlo menos útil a las fuerzas armadas no estadounidenses.